domingo, 24 de febrero de 2013

Ética para Amador


Este libro de Savater, está dirigido a su hijo, Amador, a quién intenta explicarle el significado de la ‘’ética’’, y todos los conceptos que ella conlleva (libertad, conciencia, librepensadores comportamientos…), así que, podríamos decir que este libro está dirigido a los adolescentes, con la finalidad de alimentar las distintas perspectivas de la ética que tenemos, ya que los adolescentes tendemos a pensar que la ética no va a cambiar el comportamiento de las personas.
Todo el libro ronda en torno a un concepto cercano a la ética: ‘’Haz lo que quieras’’, introducido con un capítulo que habla sobre los motivos que inclinan nuestra conducta a un camino u otro, con distinta fuerza: por miedo a las consecuencias, como las órdenes, por comodidad o presión , las costumbres, y otras veces, motivos que creamos nosotros, por capricho ( Y enlaza este concepto con los capítulos siguientes). Con esto explica que, es cierto que no podemos hacer todo lo que se nos plazca, y es que la libertad no trata de eso, pero si podemos decidir si sí, o si no, podemos decidir, dándonos cuenta de lo que estamos decidiendo.  Savater hace comparaciones de los animales y los seres humanos, y es que, nos hubiera extrañado (pero no habría sido imposible) que Héctor hubiese decidido no luchar; pero lo que si sería imposible es que una abeja decidiera hacer presas de castores.
Más tarde, ese ‘’haz lo que quieras’’ se transforma en ‘’darse la buena vida humana’’ (‘’La ética no es más que el intento racional de averiguar cómo vivir mejor’’), y ¿Por qué buena vida humana? Porque los objetos se hacen viejos, y los animales no conservan su gracia en la soledad, lo que queremos cada uno de nosotros es ser tratados como humanos, un proceso recíproco, así que el ‘’darse la buena vida’’ finalmente es un ‘’dar la buena vida’’
Pero en el mundo existen imbéciles (y con imbécil nos referimos a débil de ánimo) que no quieren ‘’dar la buena vida’’ por varias razones, porque bien no quieren nada, bien lo quieren todo, o bien no sabe lo que quieren. Estas son las personas que carecen de conciencia, pero entonces ¿Las personas con conciencia son egoístas?¿No están acaso buscando vivir la buena vida? El egoísta es el que quiere lo mejor para sí mismo, siendo lo mejor la buena vida.
 A través de las historia de Ricardo III, Savater relaciona la libertad con los remordimientos, y es que el remordimiento no es más que el descontento y la angustia con nosotros mismos cuando hemos empleado mal la libertad; por eso el niño responsable no es el que no hace nada malo, sino el que es capaz de asumir la culpa de algo que ha hecho mal.
Otro concepto a mencionar: Irresistible. Cuando encontramos algo irresistible, hace que quebremos la libertad y nos volvemos prisioneros de algo, o alguien. Pero por esto no hay que temer al placer. Debemos saber disfrutar y apreciar los placeres de la vida (Carme Diem como decían los romanos), y saber cómo disfrutar de todo lo que nos rodea nos hace poner los placeres al servicio de la alegría; pero como todo en exceso, hay que controlar ciertos placeres, porque a la larga nos pueden hacer daño.

La ética y la política están muy relacionadas, aunque a simple vista no lo parezca. La ética nos ayuda elegir lo que más nos conviene, y la política ‘’intenta’’ organizar la sociedad para que cada uno pueda elegir lo que más le conviene, por eso, para ‘’darse la buena vida’’, es necesario pasar por encima de la política. Además, ambas tratan sobre qué hacemos con nuestra libertad. Pero en la política, el problema que existe es que sólo importan los resultados. Desde el punto de vista ético, la política debe cumplir los siguientes requisitos, como abstenerse de dictaduras, la justicia (a través de ponernos en el lugar de otras personas) y la asistencia a las personas que requieran ayuda.

Concluyo con una opinión personal sobre finalmente qué pienso de la ética.
Los seres humanos nos acercamos al futuro, construyendo, destruyendo caminos, y descartando posibilidades, sin pensar si lo que estamos haciendo es lo mejor que realmente queremos. Estamos cegados por lo que los demás nos dicen que debemos hacer, y no analizamos de verdad lo que nosotros creemos que deberíamos hacer. Y es que la ética, más allá de códigos y dogmas que rigen nuestra forma de actuar, es un vivir bien, vivir bien, creando nuestro propio código moral (siempre sin que nuestros actos no perjudiquen a los demás, dejemos en paz los que no desean nuestro ideal), y es ese la habilidad que nos dieron a nosotros, y no a los animales.

Crédito Realizado por Cristina León

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