sábado, 8 de junio de 2013

MITO DE GIGES

Platón en el segundo libro de la República expone EL MITO DEL PASTOR GIGES. (República, L. II, 359c-360d) En este mito se plantea el dilema moral del hombre, que en caso de poseer un anillo de invisibilidad que le brinda todo el poder para actuar en secreto y con total impunidad, va a actuar, desafortunadamente según muestra la experiencia general, en beneficio propio y de forma deshonesta e injusta. Este es el texto en La República:

“El mejor medio de darles el poder a que me refiero es concederles el privilegio que en otros tiempos, según dicen, tuvo Giges, antepasado del lidio. Giges era pastor al servicio del rey de Lidia. Un día después de una violenta tempestad y de un temblor de tierra, se agrietó el suelo y se abrió un abismo en el sitio donde Giges hacía pacer sus rebaños. Asombrado, cuentan, Giges descendió al abismo y allí vio, entre otras maravillas, un caballo de cobre, hueco, con multitud de aberturas pequeñas, por una de las cuales introdujo Giges la cabeza y alcanzó a ver en su interior un cadáver de talla superior a la humana, que no llevaba sobre sí más que un anillo de oro en un dedo. Giges tomó el anillo y se fue.

Los pastores solían reunirse todos los meses para enviar un informe al rey sobre el estado de los rebaños. Giges concurrió también a esa asamblea, llevando consigo el anillo, y tomó asiento entre los pastores. Por casualidad volvió hacia adentro, hacia la palma de la mano, el engarce de la sortija y al punto se hizo invisible para los demás pastores, que comenzaron a hablar como si él se hubiese retirado, lo cual lo llenó de asombro. Entonces volvió con suavidad el engarce hacia fuera y de nuevo se hizo visible. El hecho despertó su curiosidad, y a fin de saber si obedecía a una virtud propia del anillo, repitió la experiencia: cuantas veces volvió la sortija hacia adentro se tornó invisible, y siempre que la volvía hacia fuera, tornaba a hacerse visible. Seguro ya de la virtud del anillo, se hizo nombrar miembro de la comisión de pastores que debía rendir cuentas al rey. En cuanto llegó al palacio, sedujo a la reina, y entendiéndose con ella atacó y mató al rey, y se apoderó de su trono”.
 (Platón – La República, L. II, 359c-360d)

Bueno este mito nos hace reflexionar desde mi punto de vista la fidelidad y la picardía que hay que tener en la vida.

Giges quiso aprovecharse de las ventajas del anillo y tuvo que pagar con las consecuencias del dilema moral que le tenia preparado la reina.
'' o matas al rey y te conviertes en mi esposo,o te mato yo a ti, elige''
Por ello Giges al final elige la primera opción.

Plantón consigue con dicho relato que los lectores nos enganchemos al leerlo y logra que nos encante esta interesante y maravillosa historia.

        Antonio lauriño

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